En toda circunstancia, el bar de nuestros días cumple una función social de trascendental importancia, cada vez mayor, cada vez mas intensa y vital. Es por eso que nosotros, los barman, para no defraudar a esas gentes diversas, de las cuales vivimos y somos, a menudo, sus confidentes, sus consejeros; el bálsamo que mitiga escozores, la mano fraternal que se tiende abierta; una solución y una esperanza, debemos hacer del bar algo así como una destilería de optimismo, de cordialidad, de buenas maneras, un sustituto del hogar perdido, donde el cliente halle siempre el antídoto a sus fatigas, a sus desilusiones, a su melancolía… Y cuando nos pide; “Llena otra vez la copa que nos libra del yugo de las vanas angustias y las vanas zozobras…“, hagámoslo pronto, con amabilidad, con perfección y cariño. Dentro del bar somos estrellas, y percatados del importante papel que nos dio la suerte, debemos esforzarnos en merecerlo, dando de sí cuanto esté a nuestro alcance. Seamos pulcros, atentos, educados, moderados y honestos. Sirvamos siempre lo mejor acompañado de una franca sonrisa y … cobremos de contado para evitar futuros inconvenientes.
Hay también otra circunstancia digna de tenerse en cuenta; la casa. Dicen muchos, que tomar en la casa es pavosísimo, y afirman que el trago casero no sabe igual al que sirven en el bar. Es cierto, le falta ambiente. Sin embargo se presentan con frecuencia situaciones especiales. Para nosotros los latinos –y esto nos viene de muy atrás, tanto que si no fuera por el temor de resultar un poco pedantes, podríamos remontarnos hasta Ovidio, el poeta romano de la mundana elegancia- para afirmar que el huésped es sagrado, motivo especial de nuestra atención. Prácticamente “echamos la casa por la ventana” para agasajarlo. Y como los tiempos han evolucionado bastante y es preciso ir de acuerdo con ellos, un anfitrión debe estar al tanto de la coctelería moderna a fin de que, conocedor de sus gustos y preferencias, obsequiarle el trago que puede hacerle feliz. Y de esa manera, entre trago y trago, en amena conversación hacer más agradable, mucho más cordial y franca la entrevista, contribuyendo a que el visitante satisfecho, se lleve grato recuerdo.
Para unos y otros; profesionales del bar y anfitriones, va dedicado este Manual donde hallarán las recetas básicas de las bebidas modernas de disfrute internacional.
Foto: Emin Kavalci
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